Y el sacerdote que lo purifica, presentará al hombre que ha de ser purificado, y esas cosas delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.

Ver. 11. A la puerta del tabernáculo. ] Allí Dios se encuentra, es decir, en las asambleas públicas, y que en verdad estamos, dice uno, que estamos a la puerta del tabernáculo.

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