Y el sacerdote ofrecerá la ofrenda por el pecado y hará expiación por el que ha de ser limpiado de su inmundicia; y después degollará el holocausto:

Ver. 19. Y después degollará el holocausto. ] Debemos ser reconciliados por Cristo, nuestra ofrenda por el pecado, antes de que el sacrificio de nosotros mismos, que es nuestro servicio razonable, pueda ser aceptado.

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