Y el sábado de la tierra os servirá de alimento; para ti, y para tu siervo, y para tu sierva, y para tu jornalero, y para tu extranjero que mora contigo,

Ver. 6. Será carne para ti. ] Así, Dios les enseñó y los habitó a depender de su providencia ya alimentarse de la fe, como algunos leen ese texto. Sal 37: 3 Porque aunque el dueño del campo recogiera, incluso en ese año, para el sustento de sí mismo y de su familia, sin embargo, no debía sembrar su campo para aumentar su cosecha, ni para cercar su campo, ni para bloquearlo. en su viñedo, etc.

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