Y pondré mi rostro contra vosotros, y seréis muertos delante de vuestros enemigos; los que os aborrecen reinarán sobre vosotros; y huiréis cuando nadie os persiga.

Ver. 17. Los que te odian. ] Una gran maldición para cualquier pueblo, tener príncipes malignos y malvados puestos sobre ellos: odiosos para Dios, malignos para el pueblo.

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