Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí, otros cinco talentos he ganado sobre ellos.

Ver. 20. El que había recibido cinco ] Primero fue llamado a una cuenta, y si cuatro, o solo uno de sus cinco talentos habían quedado muertos y desocupados, estaba condenado por su mala gestión. Mirad que no recibáis en vano ninguna gracia de Dios; ni envidies a los que tienen mucho; se espera una proporción, Non tantum otiosi, sed cunctatores plectentur. Siervo holgazán y, por tanto, malo, Mateo 25:26 .

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