Y hubo un gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos los judíos.

Ver. 1. Y hubo un gran clamor ] Como el que los sediciosos suelen establecer en sus escandalosos alborotos; o como es la expresión de gran dolor y angustia del corazón.

De la gente ] La gente común ignorante, un agua más peligrosa y embriagadora, cuando una vez que está fuera.

Y de sus mujeres ] que, agobiadas por la miseria, lanzaban gritos lastimosos. Invalidum omne, natura querulum. Significat clamorem vel querulum, vel imperiosum, iracundum, minacem (Séneca).

Contra sus hermanos los judíos ] Los más ricos, que los oprimían y los arrastraban ante los tribunales, como dice Santiago de los judíos de su tiempo; porque no eran cambiantes. Aten los filisteos a Sansón, y él podrá soportarlo; pero no me impongan las manos, les dice a sus compatriotas. Escipión prefería que Aníbal le comiera el corazón con sal antes que Laelio le dijera una mala palabra. Si hubiera sido mi enemigo, dice David, podría haberlo digerido.

De modo que estas pobres criaturas podrían haber soportado mejor las insolencias de los extraños que las opresiones de los hermanos. Tácito nos dice que en su tiempo los judíos fueron muy misericordiosos con los de su propia nación y crueles con todos los demás, Misericordia in promptu apud suos, etc. Pero aquí los suyos se quejan, y esto sin duda fue un gran dolor para el bueno de Nehemías.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad