Él ha dicho, el que oyó las palabras de Dios, y conoció el conocimiento del Altísimo, [el que] vio la visión del Todopoderoso, cayendo [en un trance], pero con los ojos abiertos:

Ver. 16. Y conoció el conocimiento del Altísimo. ] El ojo puede estar limpio mientras la mano está paralizada. El gran conocimiento de Baalam era intuitivo, puesto en especulación; no era directiva vitae: él sabía pero de oídas, como un ciego conoce los colores; su luz sólo sirvió para iluminarlo en la más absoluta oscuridad. Neronis Quantus artifex pereo, quadrabit in te peritum, et periturum.

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