Los hijos de los niños [son] la corona de los ancianos; y la gloria de los hijos [son] sus padres.

Ver. 6. Los hijos de los niños son la corona de los ancianos.] Es decir, si no son niños, los que "causan vergüenza", como Proverbios 17:2 , y que deshonran a sus antepasados, manchan su sangre; si obedecen el consejo de sus padres y siguen su buen ejemplo; porque de lo contrario no resultan coronas, sino corrosivos, para sus padres ancianos, como hicieron Esaú, Absalón, Andrónico y otros.

Y la gloria de los niños son sus padres. ] Si esos hijos de tan buena descendencia no degeneran, como Jonatán hijo de Gersón, hijo de Manasés - o más bien de Moisés, como lo leen los hebreos con una monja suspensum Jue 18:31 - y como Eli, Samuel y algunos de los hijos de David. Heroum filii noxae. Manasés tuvo un buen padre, pero degeneró en su abuelo Acaz, como si no hubiera habido intervención de Ezequías.

Así que hemos visto el grano de una planta bien fructificada degenerar en ese cangrejo o sauce que le dio el original a su estirpe. Pero ¡qué honor fue para Jacob poder jurar "por el temor de su padre Isaac!" - a David, que podía, en un cumplido real y celestial, decir a su Hacedor: "¡En verdad, Señor, soy tu siervo; soy tu siervo, e hijo de tu sierva!" Sal 116: 16 - a Timoteo, que la misma fe que había en él había morado primero "en su abuela Loida, y en su madre Eunice". 2Ti 1: 5 - ¡a los hijos de la dama elegida! &C.

¡A Marcos, que era el hijo de la hermana de Bernabé! - para Alejandro y Rufo, hombres mencionados solamente, Marco 15:21 , ¡pero famosos en la Iglesia por ser los hijos de Simón de Cirene! - a los hijos de Constantino el Grande, para venir de un padre así, los que tenían en su totalidad poner, dice Eusebio, una y exactamente parecerse! - ¡Ser descendiente de aquellos gloriosos mártires y confesores que sufrieron aquí en los días de la reina María!

a ολον ενεδυσαντο το Kονσταντιν. - Euseb.

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