Ve que su mercadería es buena; su lámpara no se apaga de noche.

Ver. 18. Se da cuenta de que su mercadería es buena. ] Ella siente lo dulce que es y se anima a redoblar su diligencia, como un caballo de tiro que siente que su carga se acerca, tira con más fuerza. El alma buena hace lo mismo. Porque, habiendo probado una vez lo dulce que es el Señor, nunca se cansa de él, sino que es llevado tras él con la fuerza del deseo, como las palomas a sus palomares, como las águilas a los cadáveres.

Sal 84: 1-3 Ninguna razón satisfaría a Moisés, pero cuando Dios había hecho mucho por él, aún debía tener más. Éxodo 33:12,19 ; Éxodo 34: 9

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