Que no haya quien le extienda misericordia, ni quien favorezca a sus huérfanos.

Ver. 12. Que no haya quien le extienda misericordia ] Que Dios, en su justicia, separe todos los corazones de aquel que había sido tan irrazonablemente despiadado. Por tanto, ningún hombre abrió la boca para interceder por Amán; Judas fue sacudido por los sacerdotes y ordenó que se ocupara de sí mismo, etc.

Que tampoco haya quien favorezca a su huérfano ] Pupillis pusillis. Que no haya nadie que defienda la causa de su alumno contra el extorsionador quejoso o el extraño que violentamente invade su derecho.

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