1-11 El primer fruto del gobierno de Saúl fue el rescate de Jabes de Galaad de los amonitas. Para salvar sus vidas, los hombres renunciarán a la libertad e incluso consentirán que les saquen los ojos; ¿no es entonces sabiduría renunciar a ese pecado que nos es tan querido como nuestro ojo derecho, en lugar de ser arrojados al fuego del infierno? Observa la fe y la confianza de Saúl y, basándose en ello, su coraje y determinación. También observa su actividad en este asunto. Cuando el Espíritu del Señor viene sobre los hombres, los hace expertos, incluso sin experiencia. Cuando el celo por la gloria de Dios y el amor por los hermanos impulsan a los hombres a esfuerzos sinceros, y cuando Dios se complace en ayudar, se pueden lograr grandes efectos rápidamente.

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