1-3 Amós vio una canasta de frutas de verano reunida y lista para comer; lo que significaba que el pueblo estaba listo para la destrucción, que el año de la paciencia de Dios estaba llegando a su fin. Estas frutas de verano no se conservarán hasta el invierno, sino que deben usarse de inmediato. Sin embargo, estos juicios no extraerán de ellos ningún reconocimiento, ni de la justicia de Dios ni de su propia injusticia. Los pecadores posponen el arrepentimiento día a día, porque piensan que el Señor retrasa sus juicios.

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