16-20 La felicidad de una tierra depende del carácter de sus gobernantes. La gente no puede ser feliz cuando sus príncipes son infantiles y amantes del placer. La pereza tiene consecuencias negativas tanto para los asuntos públicos como privados. El dinero, por sí mismo, no se alimentará ni vestirá, aunque responde a las ocasiones de esta vida presente, ya que lo que se tiene, generalmente se puede obtener por dinero. Pero el alma, como no se redime, tampoco se mantiene con cosas corruptables, como plata y oro. Dios ve lo que hacen los hombres y escucha lo que dicen en secreto; y, cuando le agrada, lo saca a la luz de maneras extrañas e insospechadas. Si hay peligro en pensamientos secretos y susurros contra los gobernantes terrenales, ¡cuál debe ser el peligro de cada acto, palabra o pensamiento de rebelión contra el Rey de reyes y el Señor de señores! Él ve en secreto. Su oreja está siempre abierta. ¡Pecador! no maldigas a ESTE REY en tu pensamiento más íntimo. Tus maldiciones no pueden afectarlo; pero su maldición, cayendo sobre ti, te hundirá en el infierno más bajo.

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