1-16 Al prepararse para la remoción, y al romper el muro de su casa al anochecer, como alguien deseoso de escapar del enemigo, el profeta significó la conducta y el destino de Sedequías. Cuando Dios nos ha liberado, debemos glorificarlo y edificar a otros, reconociendo nuestros pecados. Aquellos que por aflicciones son llevados a esto, se les hace saber que Dios es el Señor, y pueden ayudar a que otros lo conozcan.

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