17-31 La nación entera parecía ser el rebaño del Señor, sin embargo, eran personajes muy diferentes; pero él sabía cómo distinguirlos. Por buenos pastos y aguas profundas, se entiende la palabra pura de Dios y la dispensación de justicia. Los últimos versículos, Ezequiel 34:23, profetizan sobre Cristo y sobre los tiempos más gloriosos de su iglesia en la tierra. Bajo Él, como el buen Pastor, la iglesia sería una bendición para todos. Cristo, aunque excelente en sí mismo, era como una planta tierna de tierra seca. Siendo el árbol de la vida, llevando todos los frutos de la salvación, él da alimento espiritual a las almas de su pueblo. Nuestro constante deseo y oración debe ser, para que pueda haber lluvias de bendiciones en cada lugar donde se predica la verdad de Cristo; y para que todos los que profesan el evangelio sean llenos de frutos de justicia.

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