1-7 Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el primer año de su reinado, tomó Jerusalén, y se llevó a quién y lo que quería. Desde este primer cautiverio, la mayoría piensa que los setenta años tienen fecha. A los príncipes les interesa emplear hombres sabios; y es su sabiduría descubrirlo y entrenarlo. Nabucodonosor ordenó que se enseñara a estos jóvenes elegidos. Todos sus nombres hebreos tenían algo de Dios en ellos; pero para hacerles olvidar al Dios de sus padres, la Guía de su juventud, los paganos les dieron nombres que saboreaban la idolatría. Es doloroso reflejar con qué frecuencia la educación pública tiende a corromper los principios y la moral.

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