1-15 La brusquedad de esta profecía y las muchas repeticiones muestran que el profeta se vio profundamente afectado por la posibilidad de estas calamidades. Tal será la destrucción de los pecadores; porque ninguno puede evitarlo. ¡Oh, que la maldad de los malvados termine antes de que los ponga fin! El problema es para el impenitente solo un mal, endurece sus corazones y agita sus corrupciones; pero hay aquellos para quienes está santificado por la gracia de Dios, y es un medio de mucho bien. El día de los problemas reales está cerca, no es un mero eco o un rumor de problemas. Cualesquiera que sean los frutos de los juicios de Dios, nuestro pecado es la raíz de ellos. Estos juicios serán universales. Y Dios será glorificado en todo. Ahora es el día de la paciencia y la misericordia del Señor, pero el tiempo de los problemas del pecador está cerca.

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