6-13 Aquí hay una amable oferta de perdón, y paz, y de toda felicidad. No será en vano buscar a Dios, ahora su palabra nos llama y su Espíritu lucha con nosotros. Pero llegará un día en que no lo encontrarán. Puede llegar un momento así en esta vida; Es cierto que con la muerte y el juicio la puerta se cerrará. Debe haber no solo un cambio de camino, sino un cambio de mente. Debemos alterar nuestros juicios sobre las personas y las cosas. No es suficiente romper con las malas prácticas, debemos luchar contra los malos pensamientos. Arrepentirse es volver a nuestro Señor, contra quien nos hemos rebelado. Si lo hacemos, Dios se multiplicará para perdonar, como nos hemos multiplicado para ofender. Pero que nadie juegue con esta generosa misericordia, ni la use como una ocasión para pecar. Los pensamientos de los hombres sobre el pecado, Cristo y la santidad, sobre este mundo y el otro, difieren enormemente de los de Dios; pero en nada más que en materia de perdón. Perdonamos, y no podemos olvidar; pero cuando Dios perdona el pecado, ya no lo recuerda. El poder de su palabra en los reinos de la providencia y la gracia es tan cierto como el de la naturaleza. La verdad sagrada produce un cambio espiritual en la mente de los hombres, que ni la lluvia ni la nieve pueden hacer en la tierra. No volverá al Señor sin producir efectos importantes. Si tenemos una visión especial de la iglesia, encontraremos las grandes cosas que Dios ha hecho y haremos por ella. Los judíos vendrán a su propia tierra; esto representará las bendiciones prometidas. La gracia del evangelio hará un gran cambio en los hombres. Liberado de la ira venidera, el pecador convertido encuentra paz en su conciencia; y el amor lo obliga a dedicarse al servicio de su Redentor. En lugar de ser profano, contencioso, egoísta o sensual, míralo paciente, humilde, amable y pacífico. La esperanza de ayudar en tal trabajo debería instarnos a difundir el evangelio de salvación. ¿Y nos ayudas, oh Espíritu de toda verdad, a tener tales puntos de vista sobre la plenitud, la libertad y la grandeza de la rica misericordia en Cristo, que nos puedan quitar todos los puntos de vista estrechos de la gracia soberana?

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