7-21 No hubo ocasión para que los árboles elijan un rey, son todos los árboles del Señor que él ha plantado. Tampoco hubo ninguna ocasión para que Israel pusiera un rey sobre ellos, porque el Señor era su Rey. Aquellos que dan fruto para el bien público, son justamente respetados y honrados por todos los sabios, más que aquellos que simplemente hacen una figura. Todos estos árboles frutales dieron la misma razón para su negativa a ser promovidos sobre los árboles; o, como lo lee el margen, subir y bajar por los árboles. Para gobernar, involucra a un hombre en gran medida de trabajo y cuidado. Quienes prefieren la confianza y el poder públicos, deben renunciar a todos los intereses y ventajas privadas, por el bien de los demás. Y los avanzados al honor y la dignidad, corren el gran peligro de perder su fecundidad. Por esa razón, aquellos que desean hacer el bien, tienen miedo de ser demasiado grandes. Jotham compara a Abimelec con la zarza o el cardo, una planta sin valor, cuyo fin es ser quemado. Tal fue Abimelec.

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