La transgresión - Es decir, la que he asumido y que, si es castigada, el castigo me alcanzará. Casa segura - Te dará el reino a ti y a tu casa para siempre, como él te ha prometido. Y por tanto, deja que la bondad de Dios para contigo te haga amable y misericordioso con los demás; no mancillas tu gloria que se acerca con la mancha de sangre inocente; pero considera que es la gloria del rey aprovecharse de las ofensas, y que tu pérdida será cortar a los que pronto serán tus súbditos.

Las batallas - Por el Señor, y por el pueblo del Señor contra sus enemigos; especialmente, los filisteos. Y como esta es tu obra propia, y en ella puedes esperar la bendición de Dios; así que no es obra tuya desenvainar tu espada en tu propia disputa privada contra el pueblo del Señor; y Dios no te bendecirá en ella. El mal no tiene, etc. - Aunque Saúl y otros te han acusado de muchos delitos; sin embargo, tu inocencia es evidente a todos los hombres: no justifiques con este acto cruel los reproches de tus enemigos, ni manches tu grande y justa reputación.

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