Hermanos míos, Él usa su autoridad para dominarlos; pero lo maneja con toda dulzura, aunque eran hombres tan malvados e irracionales, llamándolos hermanos; no sólo como de la misma nación y religión que él, sino como sus compañeros soldados. Lo que Dios nos ha impartido gratuitamente, no debemos negarlo a nuestros hermanos de manera cruel e injuriosa.

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