Filisteos - Porque aunque ahora estaban más presionados por los amonitas, sin embargo, los veían como una tierra: inundación, pronto hacia arriba, y pronto hacia abajo de nuevo; pero a los filisteos, sus enemigos constantes y más cercanos, eran los que más temían. Y de éstos los salvó Saúl en cierta medida, y los habría salvado mucho más, si sus pecados y los del pueblo no se hubieran estorbado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad