Pero no, etc. - Porque ni adoró a Baal, como lo hicieron muchos de sus predecesores; ni obligó al pueblo a adorar a los becerros; (uno de ellos, el de Dan, fue destruido, o llevado antes, como afirman los escritores hebreos;) ni, como algunos agregan, impidió por la fuerza a los que tenían la intención de ir a Jerusalén a adorar. Y, sin embargo, la medida de los pecados de los israelitas, siendo ahora completa, la venganza viene sobre ellos sin remedio.

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