Llamados: los que Absalón había elegido como adecuados para su propósito; los que tenían alguna reputación con el rey y el pueblo, que darían un rostro a su empresa, y darían ocasión a la gente al principio para pensar que esto fue hecho por el consentimiento de su padre, como ahora anciano y enfermo, y dispuesto a renunciar a él el reino. No es nada nuevo que se aproveche a los hombres buenos diseñando hombres que pongan un color en las malas prácticas.

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