Y el oro - Esto denota el pequeño comienzo del reino visible de Cristo, y el diferente surgimiento de Cristo de todos los demás; su concepción por el Espíritu Santo, sin padre y madre, respectivamente, en cuanto a sus dos naturalezas. Esta piedra, al caer de la montaña, rompió la imagen en pedazos; porque Cristo es una piedra que muele hasta convertirlos en polvo sobre aquellos sobre los que cae; y es una piedra que crece hasta el monte, y por tanto llenará la tierra.

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