El undécimo mes, que fue poco antes de su muerte. Todo lo que el Señor le había dado en mandamiento, lo que demuestra no solo que lo que ahora entregó era en esencia lo mismo que lo que se había mandado anteriormente, sino que ahora Dios le ordenó que lo repitiera. Dio este ensayo y exhortación por dirección divina: Dios lo designó para dejar este legado a la iglesia.

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