Le ruego al lector que siga comentando, del gran

particularidad observada, que no es cosa de poca monta

para notar, dónde, cuándo y cómo, las manifestaciones divinas

están hechos para nosotros. Este lugar memorable, este momento memorable

y modales, sin duda fueron dulces para Israel, cuando Moisés

detenido en el viaje para hablar con la gente una vez más en el

nombre del SEÑOR. ¿Y no es dulce, muy dulce para nosotros, cuando

JESÚS en cualquier momento o en cualquier lugar, arresta nuestras almas en nuestro

peregrinación, para hablarnos por el camino, y darnos a conocer sus amores? Canción 1-8.

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