Ni robarás ... ¿Has considerado seriamente que estas casas, tierras, dinero o bienes, que estás acostumbrado a llamar tuyos, no son tuyos, sino que pertenecen a otro, incluso a Dios? ¿Ha considerado alguna vez que Dios es el único propietario del cielo y la tierra? ¿El verdadero dueño de todo lo que contiene? ¿Has considerado que solo te los ha prestado? ¿Que no eres más que un administrador de los bienes de tu Señor? ¿Y que te ha dicho expresamente los usos y finalidades para los que te los confía? Es decir, ¿para abastecerse primero ustedes mismos, y luego tantos otros como puedan, con las cosas necesarias para la vida y la piedad? ¿Ha considerado que no tiene ningún derecho a aplicar alguna parte de ellos para cualquier otro propósito? ¿Y que si lo hace, es tanto un ladrón de Dios como cualquiera puede ser un ladrón de usted?

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