Será: La calamidad que se avecina será universal, sin distinción de personas o rangos; los sacerdotes mismos habiendo sido partícipes de los pecados de los pueblos, también participarán con ellos en sus plagas. El vendedor - Al comprador de tierras no le quedará más que al que vendió todo su patrimonio; y todas las personas serán iguales en la mendicidad y la esclavitud.

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