He aquí, Dios es omnipotente; y por lo tanto, puede castigarte mucho peor o liberarte, si te arrepientes. También es infinitamente sabio; y como nadie puede trabajar como él, nadie puede enseñar como él. Por tanto, no presumas de enseñarle a gobernar el mundo. Nadie enseña con tanta autoridad y evidencia convincente, con tanta condescendencia y compasión, con tanto poder y eficacia como Dios enseña por medio de la Biblia, y ese es el mejor libro; por su hijo, y es el mejor amo.

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