Pon tus pies en el cuello - Esto no lo hizo por orgullo y desprecio; sino como castigo por su rebelión impía contra su Señor Soberano; en cumplimiento de esa maldición de servidumbre debida a todo este pueblo, y como muestra para asegurar a sus capitanes, que Dios sometería bajo sus pies a los más orgullosos de ellos.

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