Cuarenta y cinco años, de los cuales treinta y ocho años pasaron en el desierto, y siete desde que llegaron a Canaán. ¡Cuanto más vivamos, más sensibles debemos ser a la bondad de Dios para con nosotros al mantenernos con vida! ¡De su cuidado en prolongar nuestras frágiles vidas, su paciencia en prolongar nuestras vidas perdidas! ¿Y no se dedicará a su alabanza la vida así guardada por su providencia?

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