El espíritu vino, inspirándolo con extraordinaria sabiduría, valor y celo por reivindicar el honor de Dios y la libertad de su país. El hebreo es: El Espíritu del Señor vistió a Gedeón; lo vistió como un manto, para honrarlo; lo vistió como una cota de malla para defenderlo. Los que están bien vestidos están así vestidos. Abiezer: es decir, los abiezeritas, sus parientes, sus siervos y otros; quienes, al no encontrar ningún daño en él por destruir a Baal, sino más bien una bendición de Dios, al darle fuerza y ​​valor para un intento tan grande, cambiaron de opinión y lo siguieron como la persona por cuyas manos Dios los libraría.

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