Sobre el holocausto - O sobre lo que sobró de él, que aún ardía; o más bien, después de él; porque primero se ofrecía el holocausto diario, respetando más eminentemente el honor de Dios; y como el sacrificio más solemne y declarado, que debe tomar lugar de todas las oblaciones ocasionales, y como un sacrificio de naturaleza superior, es para expiación, sin el cual no se puede obtener la paz, ni ofrecer la paz con aceptación.

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