Epístola de Ignacio a los Magnesios "porque lo que es muy estimado entre los hombres es abominación a los ojos de Dios"[86].

Tertuliano contra Marción Libro IV

de lo mismo de lo que se trata. Pero cuando los fariseos "se justificaban ante los hombres"[1307]

Tertuliano contra Marción Libro IV

Cuando hiere la soberbia con las palabras: "Lo que es muy estimado entre los hombres es abominación a los ojos de Dios"[1311].

Tertuliano De la indumentaria femenina Libro II

Dios es el inspector del corazón»[129].

Epístola de Cipriano LXVI

Y el Señor, en Su Evangelio, culpa y condena a los hombres de esa clase, diciendo: "Vosotros sois los que os justificáis delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es muy estimado entre los hombres es abominación a los ojos de Dios. "[11]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII

y "lo que es de alta estima para el hombre es abominación para Dios"[72].

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