Homilía Clementina III

profeta infalible de lo que es de suma utilidad, nos encargó, a modo de salutación antes de nuestras palabras de instrucción, anunciaros, a fin de que si hubiere entre vosotros algún hijo de paz, la paz se apodere de él por medio de nuestra enseñanza; pero si alguno de vosotros no lo recibe, entonces nosotros, sacudiéndonos como testimonio el polvo del camino de nuestros pies, que hemos llevado a través de nuestras fatigas, y traído a vosotros para que podáis ser salvos, iremos a las moradas y las ciudades de otros.[20]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento