Conociendo a Cristo y al crucificado 1 Corintios 2

En el capítulo dos de I Corintios, Pablo explicó la naturaleza clara y simple de su predicación en Corinto. No apeló a ellos a través de la excelencia del habla o de la sabiduría. Les proclamó el testimonio de Dios. En términos muy directos y sin complicaciones, Él predicó a Cristo ya éste crucificado. No quería que la fe de ellos se basara en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios

Pablo había comunicado a los corintios un tesoro en el sentido más verdadero. “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. ( 1 Corintios 2:9 ) El punto de esta declaración es que Dios había preparado grandes cosas en Cristo para aquellos que lo aman.

Las "cosas profundas" de Dios involucran el mensaje de salvación por medio de la cruz. Una falla en entender la sabiduría del mensaje de la cruz solo puede significar una falla en conectarse con Dios a través de Cristo. Pablo sabía que por revelación tenía "la mente de Cristo".

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