Considere sus caminos

Hageo

Los cautivos volvieron a su patria después del cautiverio curados de la idolatría. Sin embargo, cuando comenzaron el proceso de reconstrucción, se concentraron demasiado en las cosas materiales. Hageo tenía un mensaje para la gente de su época que es muy necesario en nuestros días. El pueblo era codicioso y dejaban a Dios fuera de sus vidas o lo relegaban a un lugar de menor importancia que su grandeza merecía. ¿Cuándo aprenderá la gente que las cosas no satisfacen? Solo Dios puede satisfacer las necesidades de un corazón vacío.

El salmista escribió: "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?" ( Salmo 42:2 ) Hageo quería que su pueblo entendiera la estupidez del egoísmo. El pueblo de Dios debe vencer la codicia con contentamiento. En Hebreos 13:5 leemos: "Sea vuestra conducta sin avaricia, y contentaos con lo que tenéis; porque él ha dicho: No te dejaré, ni te desampararé". Hageo fue audaz y muy directo en su enseñanza.

La codicia nos hace pensar en nosotros mismos y olvidarnos de Dios. "El Señor Todopoderoso le dijo a Su pueblo: "Ustedes dicen que este no es el momento adecuado para construir un templo para mí. Pero, ¿es correcto que vivan en casas caras, mientras que mi templo es un montón de ruinas? Simplemente mira lo que está pasando". La gente se preocupaba por complacerse a sí misma y construían el Templo cuando les convenía.

Hageo habló muy audazmente y dijo que debemos asegurarnos de que las cosas correctas estén siempre primero en nuestras vidas. Hageo ató para enfatizar el deber del pueblo hacia Dios. Los instó a poner a Dios en primer lugar en sus vidas. Hageo creía que las acciones de una persona demostraban su amor o falta de amor por Dios.

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