¿Quién es mi prójimo? lucas diez

Lucas nos dio un registro de Jesús seleccionando a setenta hombres y enviándolos a predicar. Fueron enviados de dos en dos a cada ciudad con el mensaje de Dios. Estamos desafiados a involucrarnos más profundamente en la obra de Dios porque, "A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos". Jesús sabía que serían recibidos por algunos y rechazados por otros. Él les dijo: El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desprecia, me desprecia a mí; y el que me desprecia, desprecia al que me envió.

Jesús pronunció ayes sobre Corazín y Betsaida por rechazar a los mensajeros del Señor. Los setenta pudieron hacer grandes cosas para Dios. Incluso los demonios se les sujetaron en el nombre de Jesús. Jesús dijo: "Vi a Satanás caer como un rayo". del cielo." A través de la obra de Jesús, la obra de Satanás puede ser destruida. A estos hombres se les enseñó a no regocijarse en el poder que se les había dado, sino que debían regocijarse en la esperanza de la salvación.

La parábola del Buen Samaritano es dada únicamente por Lucas. Un abogado le preguntó a Jesús "¿Qué haré para heredar la vida eterna?" Se le dijo que debía amar a Dios sobre todo y amar a su prójimo como a sí mismo. Dispuesto a justificarse, el abogado pregunta "¿Quién es mi prójimo?" Jesús respondió a esta pregunta con la parábola de los buenos samaritanos. Tanto el sacerdote como el levita ignoraron la ley de Dios y la preocupación que debían tener por los demás. El samaritano fue compasivo y fue prójimo del hombre necesitado. Nosotros también debemos ser prójimos de todos los que necesitan ayuda.

Jesús fue a Betania, la casa de María, Marta y Lázaro. María se sentó a los pies del Señor y escuchó Su palabra. Martha estaba ocupada sirviendo. Estaba molesta porque Mary la dejó para hacer todo el servicio. Marta estaba agitada por las cosas terrenales. María escogió esa buena parte que no le sería quitada. Enfoquémonos en aquellas cosas que serían más agradables a Dios.

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