La destrucción de Jerusalén

marca trece

A través de la inspiración se nos ha permitido caminar con Jesús a través del área del Templo y escucharlo mientras enseñaba a la gente. Mucho de lo que dijo tenía que ver con el juicio de Dios contra la nación judía por su infidelidad. Dios les había encomendado la obra de preparación para su reino venidero. Habían fracasado miserablemente en esta tarea. Cuando salían del Templo, uno de sus discípulos le dijo: "Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios hay aquí!" Jesús les dijo que todo sería destruido.

Más tarde, en privado, Pedro, Santiago, Juan y Andrés preguntaron: "Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas se cumplan?" Estas dos preguntas forman la base de algunas enseñanzas aleccionadoras de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén y el fin del mundo.

El capítulo 13 de Marcos debe estudiarse junto con Mateo 24 y Lucas 21. Jesús cerró Su última enseñanza pública con un lamento sobre Jerusalén y con una despedida solemne del Templo. Marcos 13 comienza con las palabras: "Y al salir del templo". El ministerio público de Jesús aquí llega a su fin. Dejó el Templo para nunca más entrar en él. Esta escritura ha sido caldo de cultivo para muchas enseñanzas falsas. Observemos cuidadosamente lo que Jesús enseñó.

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