odias el bien y amas el mal

Miqueas tres

Dios tenía una causa contra los líderes de su pueblo. En lugar de liderar de una manera piadosa, eran muy violentos y malvados. Dios habló a todo el pueblo, pero los líderes tienen tanto una obligación especial como una responsabilidad ante Dios. Dios dijo de los líderes, "aborrecen el bien y aman el mal". Los líderes simplemente empujaban a la gente más y más hacia la pobreza, consumiéndolos como caníbales comiendo la carne de las personas. Esta figura debería haber despertado la conciencia de la gente.

Lamentablemente esos líderes y el pueblo permanecieron en sus pecados. Cuando clamaron por ayuda, Dios no los escuchó ni los escuchó. ( Salmo 66:18 ; Proverbios 28:9 ) Si estás viviendo en pecado y clamas a Dios por ayuda con alguna dificultad solo debes esperar silencio.

La promesa a los obedientes es que Dios hará resplandecer Su rostro sobre Su pueblo. ( Números 6:24-26 ) Aquí el profeta dice acerca de este pueblo desobediente: "Dios no los oirá; aun esconderá de ellos Su rostro".

Miqueas expresó la ira de Dios contra los falsos profetas que hablaron a su pueblo. Estos falsos profetas dijeron que trajeron paz y consuelo al pueblo de Dios cuando en realidad no trajeron nada. Dios dijo: "El sol se pondrá sobre los profetas". Los falsos profetas serían llevados al cautiverio. El día de la restauración que daría consuelo a otros sería un día de oscuridad y calamidad para ellos. Miqueas, el verdadero profeta de Dios, fue contrastado con esos falsos maestros.

Estaba lleno de poder por el Espíritu del Señor. Estaba del lado de Dios. Habló y habló por el poder de Dios. Los profetas del Antiguo Testamento tenían el trabajo de exponer el pecado. Micah no fue diferente. La advertencia de Miqueas se podría hablar fácilmente a la gente de nuestros días. "Sus cabezas juzgan por salario, y sus sacerdotes enseñan por salario, y sus profetas adivinan por dinero; pero se apoyarán en Jehová, y dirán: ¿No está Jehová entre nosotros?" ( Miqueas 3:11 ) Los líderes y el pueblo tenían una falsa confianza.

Se acercaba el juicio y sintieron que estaban bien con Dios cuando ese no era el caso en absoluto. El pueblo de Judá respondió a la predicación de Miqueas. Un gran avivamiento vino en los días de Ezequías.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad