Sube a Hilkiah el sumo sacerdote.

Se le conoce principalmente por su participación en el notable evento que registra nuestra lección. Su nieto, Seraías, era sumo sacerdote en la época del cautiverio.

Para que él pueda sumar la plata.

El templo, descuidado y profanado en los tiempos de Manasés y Amón, lamentablemente necesitaba reparaciones. Desde hace algún tiempo, probablemente desde que Josías asumió el gobierno, seis años antes ( 2 Crónicas 34:3 ), las ofrendas del pueblo se juntaban para este fin a la puerta del templo. Esta colecta ya se había prolongado durante seis años y no se había hecho ningún cálculo de la cantidad.

El rey pide ahora que se cuente el tesoro acumulado y que se inicie la obra de restauración. El renacimiento de la religión siempre se muestra en una mayor liberalidad, en el celo por la casa del Señor y en los esfuerzos por construir o restaurar su santo templo.

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