no puedes hacer nada hasta que llegues allí.

Estos mensajeros celestiales tenían, pues, el estricto encargo de asegurar la seguridad de Lot, probablemente debido a las oraciones de Abraham más que a sus propios merecimientos, y los propósitos del juicio divino se retrasaron necesariamente hasta que encontrara refugio. La misma presencia de hombres buenos en el lugar ayuda a evitar los juicios. En Apocalipsis 7:3 se nos dice que los cuatro vientos de destrucción se detuvieron hasta que los siervos de Dios fueran sellados.

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Nuevo Testamento