Tú dijiste,. seguramente te hará bien.

Se apoya en la palabra divina y la cita para insistir en su súplica. Es su esperanza y su fuerza. Los cavilosos han criticado este método de pedir a Dios, pero es apropiado recordarle sus promesas. Le encanta vernos confiar en su palabra y permanecer firmes en ella cuando venimos a él en súplica. Luego está la gran promesa del pacto de que su simiente sería hecha como la arena del mar. Para el cumplimiento de este pacto era necesario que Dios preservara la descendencia de Jacob del destructor. La oración de Jacob es muy sencilla, muy confiada y muy conmovedora.

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Nuevo Testamento