Ver. 3. Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. 4. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; lo perdonarás.

Ambrosio; Después de la parábola del rico atormentado en el castigo, Cristo añadió el mandamiento de dar perdón a los que se apartan de sus pecados, para que nadie, por la desesperación, no sea redimido de su culpa; y por eso se dice: Mirad por vosotros mismos.

TEOFILO. Como si dijera: Es necesario que vengan ofensas; pero no se sigue que debéis perecer, si tan sólo estáis en guardia: como no es necesario que las ovejas mueran cuando viene el lobo, si el pastor está vigilando. Y puesto que hay una gran variedad de ofensores (pues algunos son incurables, otros son curables), por lo tanto añade: Si tu hermano peca contra ti, repréndelo.

Ambrosio; Para que no haya ni un perdón forzado, ni un perdón demasiado fácil, ni una dura reprensión, para desanimar, ni un descuido de las faltas, para invitar al pecado; por eso se dice en otro lugar: Dile su falta entre él y vosotros solos. Porque mejor es una corrección amistosa, que una acusación pendenciera. El uno infunde vergüenza en un hombre, el otro mueve su indignación. El que es amonestado, es más probable que se salve, porque teme ser destruido.

Porque es bueno que el que es corregido crea que eres más su amigo que su enemigo. Porque de buena gana prestamos oído al consejo que ceder a la injuria. Teme a nosotros un débil conservador de la coherencia, pero la vergüenza es un excelente maestro del deber. Porque el que teme es refrenado, no enmendado. Pero bien ha dicho, si él peca contra vosotros. Porque no es lo mismo rehuir a Dios y pecar contra el hombre.

BEDA; Pero debemos notar que Él no nos pide que perdonemos a todo el que peca, sino sólo a aquel que se arrepiente de sus pecados. Porque siguiendo este camino podemos evitar las ofensas, sin dañar a nadie, corrigiendo al pecador con un celo justo, extendiendo las entrañas de la misericordia al penitente.

TEOFILO. Pero alguien bien puede preguntar: Si después de haber perdonado varias veces a mi hermano, vuelve a ofenderme, ¿qué debo hacer con él? En respuesta, pues, a esta pregunta añade: Y si peca contra vosotros siete veces al día, y siete veces al día se vuelve a vosotros, diciendo: Me arrepiento; perdónale.

BEDA; Al usar el número siete, Él no asigna ningún límite a la concesión del perdón, sino que nos ordena perdonar todos los pecados o perdonar siempre al penitente. Porque con siete se representa con frecuencia la totalidad de cualquier cosa o tiempo.

Ambrosio; O este número se usa porque Dios descansó el séptimo día de Sus obras. Después del séptimo día del mundo se nos promete el descanso eterno, para que así como entonces cesarán las malas obras de ese mundo, así también será mitigado el rigor del castigo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento