Ver 6. Y así fue, que estando ellos allí, se cumplieron los días en que ella había de dar a luz. 7. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre; porque no había lugar para ellos en la posada.

Ambrosio; San Lucas ha explicado brevemente la manera, el tiempo y también el lugar en que Cristo nació en la carne; la manera, es decir, en que el desposado ha concebido, una virgen ha dado a luz descendencia.

GREG. NYSS. Aunque viene en forma de hombre, no está sujeto en todo a las leyes de la naturaleza del hombre; porque mientras que el haber nacido de mujer, habla de la naturaleza humana; la virginidad que se vuelve capaz de dar a luz presagia algo por encima del hombre. De Él, entonces, la carga de Su madre fue ligera, el nacimiento inmaculado, el parto sin dolor, la natividad sin contaminación, ni comenzando por un deseo desenfrenado, ni llevado a cabo con dolor.

Porque así como la que por su culpa injertó la muerte en nuestra naturaleza, fue condenada a dar a luz en la angustia, convenía que la que trajo la vida al mundo cumpliera con gozo su liberación. Pero a través de la pureza de una virgen Él hace Su paso a la vida mortal en un momento en que las tinieblas comenzaban a desvanecerse, y la vasta extensión de la noche a desvanecerse ante el resplandor supremo de la luz.

Porque la muerte del pecado había puesto fin a la maldad, que de ahora en adelante tiende a nada por la presencia de la luz verdadera que ha iluminado el mundo entero con los rayos del Evangelio.

TEÓFILO; Él condescendió a encarnarse en ese momento, para que después de su nacimiento pudiera ser inscrito en los impuestos de César, y para traernos la libertad pudiera Él mismo quedar sujeto a la esclavitud. Bien fué también que nuestro Señor nació en Belén, no sólo por marca de la corona real, sino por el sacramento del nombre.

GREG. Belén es por interpretación la casa del c pan. Porque es el mismo Señor quien dice: Yo soy el pan de vida bajado del cielo. Por lo tanto, el lugar donde nació el Señor se llamaba antes la casa del pan, porque allí iba a aparecer en su naturaleza carnal para refrescar las almas de los elegidos con plenitud espiritual.

TEÓFILO; Pero hasta el final de los tiempos, el Señor no deja de ser concebido en Nazaret, de nacer en Belén, cada vez que alguno de sus oyentes, tomando de la harina de la palabra, se hace casa de pan eterno. Diariamente en el seno de la Virgen, es decir, en la mente de los creyentes, Cristo es concebido por la fe, nace por el bautismo. Sigue, y ella dio a luz a su hijo primogénito.

JERÓNIMO; Con esto Helvidio se esfuerza por probar que nadie puede llamarse primogénito si no tiene hermanos, como se llama unigénito al que es hijo único de sus padres. Pero así determinamos el asunto. Todo primogénito es primogénito, no todo primogénito es unigénito. No decimos que es primogénito aquel a quien otros siguen, sino ante quien no hay nadie; (de lo contrario, suponiendo que no hay primogénito sino que tiene hermanos que lo siguen, entonces no hay primogénitos debidos a los sacerdotes mientras no haya otros engendrados;) no sea que acaso, cuando no sigue ningún nacimiento, haya un unigénito y no un primogénito.

TEÓFILO; Él es también unigénito en la sustancia de su divinidad, primogénito en la toma sobre sí de la humanidad, primogénito en la gracia, unigénito en la naturaleza.

JERÓNIMO; Ahora bien, aquí no había comadrona, ni tierna ansiedad de mujer; envolvió al Niño en pañales, ella misma madre y partera.

TEÓFILO; El que viste al mundo entero con su variada hermosura, está envuelto en lino común, para que podamos recibir la mejor túnica; Aquel por quien todas las cosas fueron hechas, está cruzado de pies y manos, para que nuestras manos se levanten para toda buena obra, y nuestros pies se encaminen por el camino de la paz.

GRIEGO EX. ¡Oh, la estrechez y el destierro maravillosos que sufrió, Quien tiene el mundo entero en Sus manos! Desde el principio busca la pobreza y la ennoblece en su propia persona.

CHRYS. Seguramente si así lo hubiera querido, podría haber venido moviendo los cielos, haciendo temblar la tierra, y lanzando sus rayos; pero tal no fue el camino de Su salida; Su deseo no era destruir, sino salvar; y para pisotear el orgullo humano desde su mismo nacimiento, por eso no sólo es hombre, sino un hombre pobre, y ha elegido a una madre pobre, que no tenía ni cuna donde poner a su Hijo recién nacido; como sigue, y lo acostó en el pesebre.

TEÓFILO; Él está confinado en el espacio angosto de un tosco pesebre, cuyo asiento son los cielos, para que Él pueda darnos amplio espacio en los gozos de Su reino celestial. Aquel que es el pan de los Ángeles está acostado en un pesebre, para que Él pueda darnos un festín, como si fuera a los animales sagrados, con el pan de Su carne.

Cirilo; Él encuentra que el hombre en sus afectos corruptos se vuelve como las bestias que perecen, y por lo tanto Él es puesto en el pesebre, en el lugar del alimento, para que nosotros, cambiando la vida de las bestias, podamos ser traídos al conocimiento que conviene al hombre, no participando de heno, sino del pan celestial, el cuerpo que da vida.

TEÓFILO; El que se sienta a la diestra de su Padre, no halla lugar en una posada, para prepararnos en la casa de su Padre muchas moradas; No nace en la casa de su Padre, sino en una posada y junto al camino, porque por el misterio de la encarnación se hizo camino para llevarnos a nuestra patria, (donde gozaremos de la verdad y de la vida .)

GREG. Y para mostrar que, a causa de la forma humana que tomó sobre sí, nació como en un país extraño, no según su poder, sino según su naturaleza.

Ambrosio; Por ti, pues, soy débil, en ti soy fuerte. Por ti soy pobre, en ti soy rico. No mires lo que ves, sino reconoce que eres redimido. Más debo, oh Señor Jesús, a Tus sufrimientos que soy redimido, que a Tus obras que soy creado. No sería provechoso nacer, si no me hubiera sido provechoso ser redimido también.

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