Versículo 12. Os escribo a vosotros, hijitos.

Juan llama a todos los seguidores de Cristo hijitos. Si bien para él eran un encargo amoroso, creo que el uso de esta frase fue diseñado por él para grabar en sus mentes su preocupación paterna por su bienestar espiritual y su cuidado por ellos en este sentido. Tomando en cuenta todo el cuerpo de creyentes, esta es la opinión que les inculcaría: La relación del maestro y el enseñado de padre e hijos.

Este punto de vista se vuelve más evidente cuando colocamos junto a la versión común la expresión tal como aparece en el siríaco. Es, "queridos hijos", o, como en otros lugares, "hijos". Juan subsecuentemente los divide en tres clases, como pronto veremos.

Porque tus pecados te son perdonados.

Aquí se da la razón por la que les escribe, y la ansiedad que manifiesta hacia ellos. Estaban en relación de pacto con Dios; estaban en Cristo Jesús. Ellos habían obedecido y así vinieron a Cristo, y, como hijos suyos, sus pecados fueron perdonados; ya través de él, como su abogado, los pecados futuros serían perdonados mediante la confesión, el arrepentimiento y la oración.

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