El que es, o que empuña, la espada, el rey de Babilonia. Los versículos proporcionan la interpretación del pasaje anterior.

Al profeta se le ordena representar un camino que se divide en dos caminos. En la bifurcación de los caminos pondrá dos postes indicadores, uno que señale a Rabbath Ammon, el otro a Jerusalén. El rey de Babilonia, llegando a la bifurcación de los caminos, duda cuál tomará. Consulta el oráculo, echa suertes por medio de las flechas, y la flecha que saca en su mano derecha es la que tiene inscrita "Jerusalén".

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