2 Reyes 13:14-25

B. LA PREDICCIÓN FINAL DE ELISEO 13:14-25

El ministerio profético de Eliseo, que se había extendido por más de medio siglo, llegó a su fin en los primeros años de Joás de Israel. Su profecía en el lecho de muerte se refería a la recuperación de los territorios israelitas de manos de los arameos. El autor relata (1) cómo Eliseo ordenó al rey que realizara ciertos actos simbólicos ( 2 Reyes 13:14-19 ); (2) cómo se manifestó el poder de Eliseo incluso después de su muerte ( 2 Reyes 13:20-23 ) y (3) cómo se cumplió la profecía final de Eliseo ( 2 Reyes 13:22-25 ).

1. LAS ACCIONES SIMBÓLICAS PREDICTIVAS ( 2 Reyes 13:14-19 )

TRADUCCIÓN

(14) Enfermó Eliseo de una enfermedad terminal, y descendió a él Joás, rey de Israel, y lloró sobre su rostro, y dijo: Padre mío, padre mío, el carro de Israel y su caballería. (15) Y Eliseo le dijo: Toma un arco y flechas. Y tomó para sí un arco y flechas. (16) Y dijo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco; y puso su mano sobre el arco; y Eliseo puso su mano sobre la mano del rey.

(17) Y dijo: Abrid la ventana que da al oriente; y se abrió. Y Eliseo dijo: Tira. Y disparó. Y dijo: Saeta de salvación de Jehová, saeta de salvación contra Siria; porque herirás a Aram en Afec hasta que los hayas consumido. (18) Y él dijo: Toma las flechas. Y él los tomó, y dijo al rey de Israel: Golpea la tierra. Y golpeó tres veces, y se detuvo. (19) Y el varón de Dios se enojó con él: si hubieras golpeado cinco o seis veces, habrías golpeado a Aram hasta consumirlo; pero ahora herirás tres veces a Aram.

COMENTARIOS

Cuando Johoás ascendió al trono de Israel, el profeta Eliseo debía tener al menos ochenta años de edad. La enfermedad terminal a que aquí se refiere debe ser el resultado del deterioro natural de su cuerpo. La visita de un rey al lecho de un profeta debe haber sido sin precedentes. Tal amabilidad, simpatía y consideración parecen fuera de lugar para los monarcas de la época. Qué escena tan patética se describe en 2 Reyes 13:14 , el rey inclinado sobre el profeta moribundo y llorando.

Al darse cuenta de que el anciano hombre de Dios partía de la tierra, el rey le otorgó los títulos familiares que le fueron dirigidos a Elías en su éxodo: Padre mío, padre mío, el carro de Israel y su caballería. El término padre reconoció a Eliseo como líder espiritual y maestro de la nación; carro lo representó como defensor nacional. Cuando Elías dejó la tierra, dejó un sucesor capaz; pero ahora con la muerte de Eliseo, no había nadie que tomara las riendas del liderazgo espiritual. El rey se dio cuenta de que una gran era de los tratos de Dios con el hombre estaba llegando a su fin.

Movido por la compasión del rey, Eliseo hizo acopio de fuerzas para darle a Joás la seguridad de que Dios seguiría apoyando a su pueblo. El anciano profeta instruyó al rey para que tomara un arco y flechas de uno de los soldados que naturalmente habrían acompañado al rey en esta visita ( 2 Reyes 13:15 ). Luego, el profeta instruyó al rey para que pusiera sus manos en el arco como lo haría normalmente cuando está a punto de disparar esa arma.

Cuando el rey asumió esta posición, Eliseo puso sus manos sobre las manos del rey, es decir, se levantó de su cama y también tomó la posición de un arquero cubriendo las dos manos del rey con las suyas. El lanzamiento de la flecha parecería entonces ser un acto conjunto del profeta y el rey ( 2 Reyes 13:16 ). Entonces el profeta ordenó a uno de los sirvientes que abriera el postigo de la ventana que daba al este.

Esta era la dirección de Galaad y Basán, donde los arameos habían obtenido victorias tan impresionantes. Entonces se instruyó al rey para que soltara la flecha, y mientras lo hacía, Eliseo explicó el significado simbólico de lo que estaba ocurriendo. La flecha simbolizaba la liberación de la cruel opresión aramea. Lo abstracto y simbólico es seguido inmediatamente por una predicción concreta: Israel infligiría una derrota aplastante sobre los arameos en Afec en Galaad, un lugar donde una vez Israel había derrotado a estos mismos invasores ( 1 Reyes 20:26-30 ).

Afec estaba en la ruta directa entre Samaria y Damasco, y por lo tanto sería un lugar probable para una batalla tan decisiva ( 2 Reyes 13:17 ). No existe registro del cumplimiento de esta profecía, pero sin duda se alude a esta victoria en 2 Reyes 13:25 .

Un segundo acto simbólico iba a seguir al primero. El rey recibió instrucciones de tomar en la mano las flechas que quedaban en la aljaba y golpearlas contra el suelo.[574] Jehoash golpeó las flechas contra el suelo tres veces y luego se detuvo pensando que ya había hecho suficiente. No entró en el espíritu del acto simbólico, que representaba herir y matar a los enemigos. Quizá no tenía mucha fe en la virtud del simbolismo que hasta pudo haberle parecido pueril ( 2 Reyes 13:18 ).

Eliseo estaba enojado por esta evidente falta de entusiasmo. Si este rey hubiera estado fervientemente deseoso de la victoria y hubiera tenido fe en la acción simbólica como divinamente dirigida, habría seguido golpeando hasta que se le indicara que se detuviera, o al menos habría golpeado el suelo cinco o seis veces en lugar de tres. Desde su perspectiva profética, Eliseo pudo ver la gran oportunidad que se perdió debido a la respuesta letárgica de Joás.

Si el rey hubiera entrado en el espíritu de esta ocasión, la liberación completa del yugo arameo se podría haber anticipado en quince o veinte años. Así las cosas, le quedaba a Jeroboam, hijo de Joás, recuperar completamente el territorio perdido por Aram. Jehoás solo disfrutaría de un éxito parcial contra los enemigos. Él los vencería pero tres veces ( 2 Reyes 13:19 ).

[574] Keil cree que la orden es disparar las flechas desde la ventana al suelo. Pero debe preferirse la explicación más antigua, la de la Septuaginta, a saber, golpear en el suelo.

2. EL PODER POST-MORTEM DE ELISEO ( 2 Reyes 13:20-21 )

TRADUCCIÓN

(20) Y murió Eliseo, y lo sepultaron. Y bandas de moabitas entraron en la tierra a la llegada del año. (21) Y sucedió que mientras enterraban a un hombre, he aquí, vieron una banda, y arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo; y cuando el hombre vino y tocó los huesos de Eliseo; revivió y se levantó sobre sus pies.

COMENTARIOS

Poco después de la visita de Joás, Eliseo murió de su dolencia. A diferencia de su predecesor Elías, fue enterrado cerca de su casa. Josefo ( Ant., IX, 8.6) dice que su funeral fue magnífico. Debido a la debilidad de Israel en este tiempo, bandas merodeadoras de moabitas invadían Israel al principio de cada año, es decir, en la primavera del año[575] ( 2 Reyes 13:20 ).

Algún tiempo después de la muerte de Eliseo, algunos hombres israelitas llevaban el cadáver de un hombre no identificado para enterrarlo cuando la comitiva fúnebre vio a una de estas bandas de asaltantes. Sin tiempo para la ceremonia, la comitiva del entierro se apresuró y tal vez un poco bruscamente arrojó el cadáver al sepulcro más cercano, que resultó ser el mismo donde yacen los huesos de Eliseo. Cuando ese cadáver tocó los huesos de Eliseo, el muerto revivió y se puso de pie dentro del sepulcro ( 2 Reyes 13:21 ).

[575] El primer mes del año hebreo corresponde aproximadamente a lo que en el calendario moderno sería marzo/abril. Amós 2:1 puede aludir a estas incursiones moabitas.

3. EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECIA DE ELISEO

( 2 Reyes 13:22-25 ) .

TRADUCCIÓN

(22) Y Hazael, rey de Siria, había oprimido a Israel todos los días de Joacaz. (23) Pero el SEÑOR se apiadó de ellos y tuvo compasión de ellos, y se volvió hacia ellos por causa de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de Su presencia. todavía. (24) Y murió Hazael el rey de Siria; y Ben-adad su hijo reinó en su lugar. (25) Y Joás hijo de Joacaz volvió a tomar las ciudades de mano de Ben-adad hijo de Hazael, las cuales él había tomado de mano de Joacaz su padre en la guerra; Joás lo hirió tres veces y recuperó las ciudades de Israel.

COMENTARIOS

Habiendo relatado entre paréntesis el extraordinario milagro obrado por medio del cadáver de Eliseo, el autor vuelve al tema de la opresión aramea. Los últimos versículos del capítulo 13 pretenden demostrar cómo se cumplieron las predicciones finales de Eliseo. Para reintroducir este tema, el autor repite lo que ya ha dicho en 2 Reyes 13:3 , a saber.

, que Hazael oprimió a los hijos de Israel durante los días de Joacaz ( 2 Reyes 13:22 ). Pero incluso en Su ira, el Señor tuvo misericordia de Israel y preservó a Su pueblo de la destrucción total a manos de Hazael. Por el bien de su pacto con los grandes patriarcas de Génesis, mantuvo la causa de Israel ante Su mente continuamente.

Ese pacto había comprometido al Señor a ser el Dios de Israel para velar por ellos y protegerlos mientras no abandonaran por completo su lealtad a Él (cf. 2 Reyes 17:7-18 ). Habría un tiempo, así lo insinúa ahora el autor, en que Dios se vería obligado a desechar a este pueblo, pero todavía no ( 2 Reyes 13:23 ). Ese golpe trágico caería sobre Israel dentro de un siglo.

Hazael le había dado a su hijo mayor el nombre del gran rey al que había usurpado el trono, y este hijo, Ben-adad, sucedió a su padre en el trono de Damasco ( 2 Reyes 13:24 ). Por un tiempo, Ben-adad pudo intensificar la opresión aramea de Israel capturando ciertas ciudades no identificadas de Joacaz.[576]

[576] Es difícil determinar si Ben-adad capturó estas ciudades después de ascender al trono o como general de los ejércitos de su padre. 2 Reyes 13:22 sugiere (pero no exige) que Hazael sobrevivió a Joacaz, en cuyo caso Ben-adad solo pudo haber capturado las ciudades mencionadas en 2 Reyes 13:25 en su calidad de general. Sin embargo, John C. Whitcomb en su cuadro sobre los reyes y profetas del Antiguo Testamento tiene a Ben-adad subiendo al trono tres años antes de la muerte de Joacaz.

En algún momento posterior a las predicciones hechas por Eliseo en su lecho de muerte, Joás volvió a tomar estas ciudades. Jehoás derrotó tres veces a Ben-adad, aunque no pudo liberar por completo a la nación de las garras de los arameos. Gran parte, si no la mayoría, de los territorios de Transjordania permanecieron firmemente bajo el control de Ben-adad hasta el reinado de Jeroboam II ( 2 Reyes 13:25 ).