Mi Padre trabaja siempre, y yo también debo trabajar. La base del receso del sábado era que Dios había recluido su obra de creación en el séptimo día. Pero Dios no se había rendido, sino que continuaba haciendo sus obras de amor y misericordia. El sábado no suspende la benevolencia y la misericordia. El ejemplo del Padre es nuestro modelo.

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Antiguo Testamento